lunes, 17 febrero , 2020
Años atrás, los progenitores le daban mucha importancia a la crianza de sus pequeños, desde la alimentación hasta la educación que recibían. Se esforzaban desmedidamente para que las criaturas recibieran una mejor calidad de vida.
Hoy, eso sucede en menor escala. Mientras los hijos pequeños piden la atención de sus padres, por lo general, estos están entretenidos con sus
smartphones.
La falta de demostraciones de afecto pueden provocar consecuencias graves en el niño, entre ellas, el desarrollo de trastornos madurativos
como el síndrome de carencia afectiva.
Desde el nacimiento necesitamos recibir cariño y, si nuestros padres no lo hacen, nos puede causar la sensación de que no somos queridos
En una nota realizada para Infobae, la licenciada Cecilia Lotero, del Instituto de Psicología Argentino Inepa, dijo que desde el nacimiento necesitamos recibir cariño y, si nuestros padres no lo hacen, nos puede causar la sensación de que no somos queridos: “nos sentiremos insatisfechos y, entonces, tendremos miedo de ser abandonados, buscando constantemente estar seguros del afecto del otro”, afirma.
La falta de planificación y de equilibrio familiar, laboral, educacional y, ahora, tecnológico son factores que pueden desencadenar en la falta de atención de los padres hacia sus hijos.
Si usted reconoce que ha cometido este error, puede cambiar. Su familia debe ser, después de Dios, su prioridad. Hoy, usted tiene la oportunidad de cuidar a sus hijos y disfrutarlos. Mañana puede ser tarde.